Paso 1

Definir el objetivo de la red

Las redes se desarrollan y los miembros se unen porque comparten un sentido común de propósito que los motiva a trabajar juntos. Este sentido de propósito debe ser interno al grupo y no impuesto, y bien puede cambiar o progresar con el tiempo. Los miembros deben sentirse propietarios y saber exactamente por qué existe la red. Este sentido de propósito debe compensar cualquier costo a corto plazo para que los miembros participen.

Por lo tanto, el propósito es de suma importancia: representa las metas y objetivos de la red y permite una evaluación del progreso y desarrollo de la red a lo largo del tiempo.

Hay dos tipos potenciales de propósito común. El primero es el apoyo. Aquí, los miembros se unen a la red principalmente para obtener apoyo y ser eficaces en su trabajo individual. El segundo es la agencia. Aquí los miembros coordinan sus esfuerzos para actuar juntos y producir cambios para el bien común de su comunidad en torno a un tema con el que están fuertemente comprometidos. Muchas redes logran algún tipo de equilibrio entre ambos.

Las redes deben tener claro el propósito y definir metas claras para producir una agenda común que el grupo desea que tenga éxito. La red debe poder responder claramente a las preguntas: